Identificar el origen de la fuga
La reparación de una cisterna con fugas siempre empieza con una buena observación. Antes de sacar la caja de herramientas, hay que entender de dónde viene el problema. Una fuga puede tener varios orÃgenes, y saber identificarlos es esencial para una reparación eficaz y duradera.
Los primeros signos de una fuga en la cisterna suelen ser discretos. Es posible que oiga un ligero ruido de goteo constante, incluso cuando nadie ha utilizado el inodoro. A veces puede notar que el agua sigue fluyendo hacia la taza sin parar, o que la cisterna tarda mucho en llenarse. Estos sÃntomas suelen indicar una averÃa en el mecanismo interno.
Lo primero que hay que comprobar es el flotador. Éste controla el nivel de agua en la cisterna. Si está mal ajustado, dañado u obstruido, puede impedir que la válvula cierre correctamente, provocando una fuga continua. La propia válvula, que proporciona un sello entre el depósito y la cubeta, puede estar desgastada o deformada y dejar de cumplir su función. Por último, las juntas pueden deteriorarse con el tiempo, dejando pasar el agua aunque todo parezca estar correctamente colocado.
También es esencial determinar si la fuga procede del depósito o del grifo de entrada de agua. Si el agua gotea por la parte inferior del depósito, es posible que una junta esté dañada. Si gotea alrededor del grifo o de la tuberÃa de entrada, el problema podrÃa estar en la propia fontanerÃa. En todos los casos, una inspección visual y un poco de lógica pueden a menudo señalar el origen de la averÃa.
Las causas pueden parecer numerosas, pero una vez identificadas correctamente, resulta mucho más sencillo reparar una cisterna que gotea sin tener que llamar a un profesional.
Herramientas y piezas necesarias para la reparación
Una vez identificada la causa de la fuga, es hora de reunir las herramientas adecuadas para llevar a cabo la reparación. Afortunadamente, la mayorÃa de las reparaciones de fugas se pueden realizar con herramientas sencillas que a menudo ya tienes en casa.
Estas son las herramientas esenciales que debes tener a mano: un destornillador (plano o Phillips, según el modelo), unos alicates para desenroscar tuercas, un cubo para recoger el agua residual y un paño para limpiar. Estas herramientas facilitan el desmontaje del depósito y el acceso a los componentes internos.
En cuanto a las piezas de recambio, es aconsejable comprar una junta de descarga que se adapte a tu modelo de cisterna, asà como un flotador nuevo si el tuyo parece dañado. En algunos casos, puede resultar más sencillo sustituir todo el mecanismo de descarga, sobre todo si varios componentes están desgastados. Puede encontrar todas las piezas en nuestro sitio
Compruebe siempre la compatibilidad de las piezas antes de comprarlas. Una junta de tamaño incorrecto o un flotador incompatible pueden no resolver el problema, o incluso empeorar la situación.
Conseguir las herramientas y piezas adecuadas es un paso clave para reparar una cisterna con fugas de forma limpia y permanente. Sólo queda pasar a la acción.
Pasos para reparar la cisterna
Antes de realizar cualquier trabajo, es imprescindible cerrar el suministro de agua al inodoro. Asà evitarás que la cisterna siga llenándose mientras trabajas. A continuación, vacÃe completamente la cisterna para poder acceder fácilmente a las piezas que necesite sustituir. Una simple descarga suele eliminar la mayor parte del agua, y el resto puede absorberse con una esponja o un paño.
Una vez vacÃo el depósito, puede retirar la tapa para acceder al mecanismo interior. Si ha identificado que la junta es el problema, simplemente retÃrela e instale la nueva. Asegúrese de limpiar bien la zona antes de instalarla para garantizar un sellado perfecto. Si el flotador está dañado o mal ajustado, sustitúyalo o ajústelo utilizando el tornillo de ajuste.
Si todo el mecanismo parece demasiado viejo o defectuoso, suele ser más eficaz sustituirlo por completo. Los mecanismos modernos son fáciles de instalar, a menudo sin herramientas especiales. Basta con seguir las instrucciones para instalar el nuevo conjunto.
Tras la sustitución o el ajuste, vuelva a colocar la tapa, abra de nuevo el suministro de agua y deje que se llene el depósito. Observe atentamente para asegurarse de que la fuga ha desaparecido. Si todo funciona correctamente, ¡habrás reparado con éxito una cisterna con fugas sin la ayuda de un fontanero!
Con un poco de paciencia y los gestos adecuados, arreglar este tipo de problemas de fontanerÃa se convierte en un juego de niños. A la larga, ahorrarás agua, dinero y más daños.