La calidad del agua suministrada por la red pública no es la misma en toda España y puede variar mucho de una región a otra. Las variaciones en la calidad y dureza del agua (presencia de caliza) pueden explicarse por diversos factores: suelos muy sedimentarios, mal estado de las tuberías públicas, diferentes técnicas de filtración, etc.
Así, el agua puede tener sabor u olor en función de los distintos tratamientos a los que se somete. Para remediar estos diversos problemas de sabor, olor o sedimentos, existen los llamados cartuchos "filtrantes" que combaten eficazmente las múltiples formas de contaminación del agua.
Pero, ¿cómo elegir el tipo de cartucho de filtración adecuado? ¿Qué criterios debe tener en cuenta para no equivocarse y obtener los resultados deseados? A continuación le explicamos todo lo que hay que tener en cuenta.
Después de leer este tutorial, sabrá fácilmente :
- Explicar el funcionamiento de un cartucho filtrante
- Definir los diferentes tipos de cartuchos disponibles en el mercado e identificar su uso específico
- Determinar los criterios a tener en cuenta para elegir el cartucho filtrante más adecuado a sus necesidades de agua
CONTENIDO DE ESTE TUTORIAL :
NO TENGO TIEMPO PARA LEERLO TODO, ¡ASÍ QUE ENSÉÑAME EL RESUMEN!
¿Qué es un cartucho filtrante?
Un cartucho es un accesorio que se instala en una estación de filtración, generalmente situada aguas arriba de la red de fontanería, después del contador principal. Es a través de esta estación que circula el agua para abastecer a los diferentes sanitarios de una vivienda.
El cartucho puede fabricarse con distintos materiales para conseguir diferentes propiedades de filtración del agua, en función de las necesidades del consumidor.
La función principal del cartucho, sea cual sea su material, es retener todas las partículas e impurezas susceptibles de circular por el agua. El agua puede contener cal, pesticidas o bacterias, partículas que generalmente proceden de suelos contaminados. También puede contener cloro, que las depuradoras utilizan para eliminar ciertas bacterias. Cuando el cloro se utiliza en dosis excesivas, puede considerarse un contaminante que confiere al agua un sabor y un olor desagradables.
Los cartuchos filtrantes se utilizan sobre todo en el sector de la fontanería para purificar los circuitos de agua, pero también existen modelos para jarras de agua y piscinas, por ejemplo.
En lo que respecta a la fontanería, los cartuchos filtrantes se instalan generalmente aguas arriba de la red para tener un efecto global sobre todos los aparatos. También pueden colocarse en las inmediaciones de los aparatos abastecidos, como la lavadora o la ducha. Se pueden instalar varios cartuchos en diferentes partes de la casa para proporcionar una filtración del agua específica para cada aparato (antigusto, antiolor, antisedimentos, etc.).
¿Qué tipos de cartuchos filtrantes existen?
Existen multitud de cartuchos filtrantes, y los materiales y tamaños pueden variar de un modelo a otro. Los más comunes en fontanería son :
El cartucho anti-sedimentos
El cartucho anti-sedimento se utiliza para filtrar materias y sedimentos sólidos de gran tamaño (lodos, arena, polvo, etc.). Este filtro retiene e impide la entrada de contaminantes en el sistema de agua. No se requiere ningún principio activo para que este filtro funcione: la acción es puramente mecánica.
Así, el uso de este tipo de cartuchos garantiza el correcto funcionamiento del equipo y prolonga su vida útil. Los cartuchos anti-sedimento están disponibles en diferentes tamaños y materiales, en función del grado de filtración requerido. El diámetro de los cartuchos varía entre 5 y 100 micras para adaptarse al tamaño y tipo de material a capturar. Algunos son incluso lavables, para que pueda utilizarlos durante más tiempo.
Nota: Aunque algunos cartuchos de sedimentos son lavables, sigue siendo aconsejable cambiarlos periódicamente, aproximadamente cada 6 a 12 meses, en función de su consumo de agua. También puede sustituir su filtro cuando note una pérdida de caudal en la red.
Este tipo de cartucho filtrante se divide en dos subcategorías:
El cartucho bobinado
Este cartucho está fabricado íntegramente en polipropileno, un material que filtra una parte muy importante de las impurezas presentes en el agua, como la arena y los lodos. Instalado en el contador, este cartucho protege todo el equipo contra el desgaste prematuro y el mal funcionamiento.
Se considera el más resistente. De hecho, su estructura " bobinada" le confiere una gran resistencia a la presión y limita al máximo las pérdidas de carga. Además, esta estructura le permite retener el mayor número posible de impurezas.
El cartucho extruido
Este cartucho también está fabricado en polipropileno y desempeña la misma función que su versión bobinada. Retiene un gran número de impurezas (arena, polen o lodos) y protege las instalaciones maximizando su vida útil. La ventaja de este cartucho reside en su composición: está fabricado con microfibras termosoldadas que ofrecen una gran capacidad de retención de partículas.
Además, es muy fácil saber cuándo el cartucho está saturado y es hora de cambiarlo, ya que el caudal que circula por el sistema disminuye gradualmente. Esto se debe a que los sedimentos se acumulan en el cartucho filtrante hasta obstruirlo por completo: el agua ya no puede pasar a través del cartucho. Se trata de una alerta muy práctica que le permite saber cuándo debe sustituir el filtro de agua.
El cartucho de carbón activo
El cartucho de carbón activo se utiliza mucho en regiones donde el agua tiene un sabor y un olor desagradables. La función del carbón presente en estos cartuchos es retener el cloro o los pesticidas presentes en el agua para mejorar su calidad y sabor. El cloro está presente en muchas aguas en España porque es un elemento que se utiliza para tratar el agua en las fábricas. Los pesticidas, por su parte, están presentes en el suelo del que se extrae el agua.
Se recomienda cambiar este cartucho una vez al año, aunque esta frecuencia varía en función de la cantidad de agua consumida y de la calidad del agua filtrada.
Cartuchos de silicofosfato y polifosfato
Estos cartuchos son necesarios para tratar la cal y el sarro a fin de evitar la corrosión en las tuberías. Compuestos químicamente de sodio y calcio, estos filtros depositan una fina capa de silicona en todas las paredes internas de la tubería aguas abajo del cartucho.
Esta lámina alisa la superficie de las tuberías, impidiendo que la cal y el sarro se adhieran y se acumulen con el tiempo. Así se evita el deterioro prematuro de los distintos equipos del hogar.
El silicofosfato se utiliza para prevenir la corrosión de las tuberías. El polifosfato, en cambio, es preferible cuando se quiere combatir la cal.
El polifosfato permite que la cal permanezca suspendida en el agua en lugar de sedimentarse y formar sarro. El filtro de polifosfato puede instalarse justo después del contador para conseguir un efecto global en el sistema de fontanería, pero también puede instalarse lo más cerca posible de los aparatos que se desea proteger, como un calentador de agua.
Por tanto, el polifosfato y el silicofosfato prolongan la vida útil de los aparatos al limitar los depósitos de cal y sarro.
El cambio del cartucho también depende del consumo de agua y de la capacidad del filtro. Es aconsejable prever una o dos recargas al año. Esta recarga puede ser en forma de cartucho o de bolsita.
Todos estos cartuchos se venden individualmente, pero también están disponibles en kits de 2 ó 3 cartuchos para maximizar el efecto filtrante.
Nota: Si opta por los kits de cartuchos, es importante seguir el orden de instalación para garantizar una filtración óptima. Coloca siempre los filtros de mayor a menor diámetro.
¿Cómo elegir el cartucho adecuado?
A la hora de elegir un cartucho filtrante, hay que tener en cuenta una serie de criterios.
En primer lugar, la forma y el tamaño del cartucho pueden variar en función de la estación a la que se destine. El tamaño estándar de un cartucho es de unos 25 cm, pero existen otros formatos, más pequeños o más grandes, según el fabricante.
Consejo: Para simplificar la tarea a la hora de cambiar los cartuchos, lo mejor es optar por filtros de dimensiones normalizadas, que no sean específicos de una marca y puedan adaptarse a una gran variedad de soportes de filtro. Los filtros especializados son más caros y difíciles de encontrar.
Uno de los criterios más importantes que hay que tener en cuenta es, obviamente, la acción filtrante que necesita la vivienda (agua demasiado calcárea, de mal sabor, etc.). Hay un cartucho filtrante para cada necesidad, por lo que es importante determinar exactamente el tipo o tipos de filtración que desea utilizar.
Ejemplo: Si quiere eliminar el mal sabor del agua, optará por un cartucho filtrante de carbón activo. Si quiere evitar que las impurezas y los residuos pasen por sus tuberías, optará por un cartucho antisedimentos. Si necesita ambos tipos de filtración, es perfectamente posible combinar los dos cartuchos.
Otro factor a tener muy en cuenta es el diámetro del cartucho. El diámetro del cartucho determina su nivel de filtración. Cuanto más fino sea el diámetro del filtro, mejor se filtrará el agua. Dependiendo de la calidad del agua y del nivel de filtración que quiera conseguir, elegirá un diámetro mayor o menor. Los diámetros disponibles para los cartuchos filtrantes son de 5, 10, 25, 50 ó 100 micras.
Por último, el precio también es un factor decisivo a la hora de elegir un cartucho filtrante. Los cartuchos suelen venderse por entre 5 y 30 euros, dependiendo de su diámetro y tamaño. También existen kits completos que incluyen una estación de filtración y un kit de varios cartuchos filtrantes. Los precios suelen oscilar entre 40 y 100 euros.
PUNTOS A RECORDAR
Al eliminar las impurezas y partículas, los cartuchos filtrantes mejoran la calidad y pureza del agua que se bebe. Esta filtración ofrece una serie de ventajas: mantenimiento y conservación de tuberías y equipos sanitarios, y mejora de la calidad del agua (eliminación de malos sabores u olores, lucha contra el exceso de cal).En el mercado existen diferentes tipos y materiales de cartuchos para responder con mayor precisión a cada necesidad: cartuchos anti-sedimentos y antisuciedad para filtrar contaminantes de gran diámetro, cartuchos de carbón activo para neutralizar olores y sabores desagradables, cartuchos de silicofosfato y polifosfato para combatir la corrosión de las tuberías.